Escuela Militar Del Ejército De Paz De Divisas

Dawn News desde 1947, Pakistán ha pasado a través de una secuencia interminable de momentos críticos. Recuperándose de una crisis a otra, y plagada por la guerra, las maquinaciones de las fuerzas exteriores hostiles, y la depredación de los gobiernos civiles uniformemente corruptos e incompetentes, Pakistán siempre ha sido salvado de la destrucción total y absoluta por la intervención oportuna y juicioso de los militares, la única institución en el país que posee la experiencia y los medios necesarios para hacer frente a estos problemas complejos. Incluso hoy en día, como Pakistán experimenta otro estancamiento político con las fuerzas políticas intratables que participan en un ciclo ascendente de antagonismo, puede darse el caso de que sólo los militares posee la destreza del tacto y la madurez de la perspectiva necesaria para llevar las cosas a una rápida y eficaz conclusión. O eso es lo que nos dicen. Como Aqil Shah argumenta en el ejército y la Democracia: La política militar en Pakistán, la participación continua de los militares s en la política paquistaní se puede atribuir, entre otras cosas, a su percepción de sí mismo como la única organización capaz de defenderse a Pakistán desde la miríada de amenazas, violento y por otra parte, que supuestamente se enfrenta. Sobre la base de una variedad de diferentes fuentes, incluyendo entrevistas de personal militar, los documentos militares desclasificados, y materiales educativos y publicaciones emergentes de la Universidad Nacional de Defensa, Shah demuestra de manera convincente que la creencia de los militares s en su capacidad única para proteger y llevar a cabo Pakistán s nacional intereses, que se define en el sentido más amplio posible, tiene profundas raíces en la cultura institucional de la organización. Cuando los militares derriba gobiernos civiles o da forma a la política exterior, que no sólo lo hacen para proteger sus intereses corporativos mientras que puede desempeñar un papel en el ejército s toma de decisiones, Shah sostiene que el ejército posee realmente un sentido de destino manifiesto en lo que respecta al papel que ha asumido como el guardián de Pakistán. El problema con esto, señaló en repetidas ocasiones a lo largo del libro, es que el papel de los militares ha desempeñado históricamente en la política de Pakistán s ha sido contraproducente en el mejor. Con una claridad y al que es refrescante, el Ejército y la Democracia atributos falta de democratización de las intervenciones políticas formales e informales de los militares s Pakistán s, lo que sugiere, además, que esto tiene, en el equilibrio, un gran impacto en la capacidad del estado s para resolver con eficacia el perenne problemas de conflicto étnico, la gobernabilidad y el crecimiento que han asolado la historia de Pakistán s. De hecho, como se demuestra a través de una visión detallada, histórica de los diferentes episodios de gobierno militar en Pakistán, los militares han dañado de forma activa las instituciones y la política democrática, cooptación y el control de los diferentes actores civiles a través de una combinación de medidas coercitivas y no coercitivas. Si aparecen los gobiernos democráticos Pakistán s para ser llevado por los partidos políticos institucionalizados mal repleto de políticos clientelistas oportunistas, y si los tribunales, el parlamento y la sociedad civil han sido históricamente incapaz de controlar a los militares, que es en gran parte porque los militares les ha impedido se conviertan en mecanismos más eficaces para que para lograr la democratización sustantiva. La prohibición de los partidos políticos, la introducción de formas de gobierno presidenciales, el despido de dirigentes elegidos democráticamente mediante el uso de enmiendas constitucionales dudosas, y la supresión de alternativas, formas radicales de la política, son todas características de las rutinas de la política militar que han socavado sistemáticamente democracia en Pakistán. En trazando el predominio de los militares en Pakistán, Shah alto terreno familiar cuando él describe cómo la amenaza planteada por la India, junto con las tensiones étnicas entre este y el oeste de Pakistán, que rápidamente surgieron después de 1947, siempre y cuando el ejército predominantemente Punjabi con tanto la oportunidad y la justificación para jugar un papel más activo en la política de Pakistán s. En una salida de eruditos como Hamza Alavi, cuyos argumentos sobre la naturaleza superdesarrollado del Estado colonial a menudo han servido como punto de partida para comprender el poder de la relación militar paquistaní a los gobiernos civiles, Shah sugiere que el descenso del país s en el autoritarismo no era inevitable. Por el contrario, era líderes de la Liga Musulmana, incluyendo Jinnah y Liaquat Ali Khan, que invoca el espectro de la agresión india para legitimar los intentos de centralizar el poder del Estado en la cara de bengalíes demandas de mayor autonomía y representación. La identificación de la India como una amenaza existencial para Pakistán, y la subordinación de todos los otros intereses a la necesidad de construir una fuerza militar efectiva, siempre que las fuerzas armadas con el medio a través del cual de reforzar su coherencia interna de la organización y establecer una visión del mundo ideológico base en la India . También refuerza los prejuicios, heredado de la tradición colonial, que fue vista políticos civiles como siendo totalmente incapaces de hacer frente a los problemas que enfrentan. A medida que el gobierno civil cedida cantidades crecientes de espacio para los militares, sobre todo después de la muerte de Liaquat Ali Khan, los militares asumieron un papel más importante en lo que respecta a la formulación de la política en un número de áreas incluyendo el establecimiento de relaciones estratégicas con los Estados Unidos en el contexto de la Guerra Fría, y la forma que ha de adoptar el sistema federal naciente en Pakistán. Asumir la responsabilidad de la formulación de respuestas a la externa y, sobre todo, las amenazas internas que creían Pakistán enfrentó, los militares se desarrolló como una institución que cultivó deliberadamente una mentalidad definida por un desprecio por la política y los políticos civiles, paranoia extrema con respecto a la India y otra externa fuerzas, y la creencia en la eficacia de la violencia en el trato con las tensiones étnicas e ideológicas dentro del país. La naturaleza de amplio alcance de las responsabilidades del s militares en este primer período, junto con su autoridad casi sin oposición, permitió definir el interés nacional y luego a consolidar su papel como la entidad que mejor se adapte a perseguirlo. A lo largo de la narración que se desarrolla en el ejército y la Democracia, se hace evidente que a pesar de que las circunstancias han cambiado, y los militares a menudo se ha visto obligado a adaptarse a entornos políticos cambiado, estas creencias siguen siendo la piedra angular del enfoque de los militares s a la comprensión, y la participación En política. El Ejército y la democracia es sin duda de lo más interesante e informativo cuando se detalla el proceso de socialización que se lleva a cabo dentro de los militares. A través de su análisis de las publicaciones del s militares y materiales de capacitación, así como sus entrevistas con el personal militar, Shah ofrece una rara visión del funcionamiento interno de la mente militar. Cualesquiera que sean los imperativos originales podrían haber sido que dio origen a la dominación de los militares s y visión del mundo, se hace evidente que la perpetuación de estas creencias e ideas es el resultado de los esfuerzos concertados para inculcar dentro de rango de las fuerzas armadas y el archivo s. El enfoque sociológico Shah lleva a la comprensión de las normas institucionales de los militares s, creencias y valores es muy útil, ya que ayuda a iluminar y explicar muchas de las acciones que su personal Tomemos, por ejemplo, los militares s flagrante desprecio por la Constitución y la democracia hace más sentido al reconocer cómo curricular de la Universidad Nacional de Defensa s para 2012-13 sólo se dedica dos horas (de un total de 987) para explicar y comprender la Constitución, con sólo una fracción de este tiempo se utiliza para comprender la función constitucional de las fuerzas armadas s. Del mismo modo, cuando se trata de cuestiones estratégicas más amplias, como la sabiduría de mantenimiento de servidores proxy militantes en Afganistán o el presunto papel desempeñado por la India en fomentar la agitación en Baluchistán, los documentos de política y artículos difundidos dentro de los militares juegan un papel fundamental en el fomento de una cultura que, como señala Shah, plagada de conspiraciones y paranoia. Por otra parte, los militares han difundido activamente sus creencias a lo largo del resto de la sociedad, mediante el ISPR y estrechos vínculos con los medios de comunicación y periodistas para alinear la opinión pública con sus propios objetivos estratégicos y políticos. La demonización de la política democrática, el enfoque histérica a las relaciones con la India, y el entusiasmo por la islamización que ahora son una parte central del discurso público son en gran parte el resultado de los esfuerzos militares del s a atraer una mayor legitimidad para sí mismo. Para Shah, esta cultura institucional es también el principal impedimento para el ejercicio del poder civil y la supervisión efectiva sobre los militares. Si bien hay una serie de medidas posibles a través del cual los gobiernos civiles potencialmente podrían ejercer un control sobre los militares, sus posibilidades de éxito son poco probables en ausencia de la propia voluntad de los militares s a someterse a dicho control. Una y otra vez, a lo largo de la historia de Pakistán s, los intentos de reformar el ejército y llevarlo dentro del ámbito de la jurisdicción civil han fracasado y han invariablemente casi provocó una reacción violenta que van desde golpes simples a los detrás de las escenas de los intentos de desestabilizar y debilitar democráticamente líderes electos. Incluso cuando los militares aparentemente ha estado en retirada, como fue el caso después de 1971, o ha cedido voluntariamente espacio político, como en las secuelas del régimen de Musharraf, Shah deja claro que los militares siempre ha mantenido la posibilidad de emprender más directa intervenciones mientras se hace uso de otros medios, a través de la cual informales para cumplir su función de auto-designado como custodio de interés nacional. Pese a toda su atención al detalle y conocimientos académicos, el Ejército y la democracia es una lectura muy accesible, que sin duda será de gran valor para los expertos en la materia, así como a un público más general. Hay, sin embargo, dos áreas que podrían haber beneficiado de un tratamiento más amplio en el libro. En primer lugar, el ejército y la democracia podrían haber dicho más en la dinámica de la colaboración y la cooptación que a menudo definen las relaciones entre civiles y militares, en particular en el contexto de la política electoral. Mientras que el libro hace dedicar algún tiempo a este tema en particular, sobre todo cuando se habla de la utilización de patrocinio y financiación para apuntalar los actores civiles aceptables, habría sido interesante ver más acerca de los efectos de esto en los partidos políticos y de gobierno. En segundo lugar, mientras que el libro se centra, comprensiblemente, en la cultura interna de los militares, y la forma en que este ha dado forma a las actitudes hacia gobiernos civiles y la democracia, no se presta suficiente atención a la cuestión de los intereses materiales del s militares. Si bien es cierto que la capacidad de los militares s para definir las amenazas que enfrenta Pakistán, y su creencia en su capacidad para tratar con ellos, ayuda a explicar las acciones políticas de los militares s, es difícil descartar el papel que los intereses económicos concretos podría desempeñar permitido intervenir en la esfera política. Cuando se habla de la era Musharraf y sus secuelas, Shah afirma que ha habido un cambio en la forma en que el ejército considera a una serie de problemas que se enfrentan actualmente Pakistán. Por un lado, los militares aparentemente ha decidido jugar un papel menos activista en la política, centrándose en cambio en la manipulación de los acontecimientos en el fondo en lugar de iniciar las intervenciones abiertas. También parece ser el caso de que los militares han comenzado lentamente a reevaluar su apoyo a los militantes islamistas, reconociendo el efecto desastroso que han tenido en el país de Pakistán. En ambas áreas, sin embargo, es evidente que el cambio, en la medida en que se lleva a cabo, es reducir la velocidad de retirada voluntaria de los militares s de la política formal no anuncia una nueva apreciación de los políticos civiles o la democracia, y hay muchos dentro de los militares que piensan que los beneficios a largo plazo a devengar por trabajar con servidores proxy militantes son mayores que los costos a corto plazo de hacerlo. Dado el conservadurismo inherente a todos los militares, así como la falta de medios eficaces para que desafían a los militares en Pakistán, no es sorprendente que este es el caso. Sin embargo, como los problemas de Pakistán s siguen empeorando, también es cada vez más claro que más democracia, no menos, será necesario para construir el tipo de cuentas, participativa, y los gobiernos de respuesta que pueden hacer frente a estos problemas. En un contexto en casi siete décadas de la participación militar abierta y encubierta en la política han servido en gran medida a agravar los problemas más arraigados Pakistán s, es evidente que las cosas tendrán que cambiar antes de que puedan mejorar. El revisor es Profesor Adjunto de Ciencias Políticas en LUMS El Ejército y la Democracia: Política militares en Pakistán, Harvard University Press, Cambridge Comentarios (0) cerró el Custodio de las Dos Mezquitas Sagradas, el Rey Salman Bin Abdul Aziz Al Saud de Arabia Saudita, y su Alteza el Jeque Mohammed bin Rashid al Maktoum, Vicepresidente y Primer Ministro de los EAU y gobernante de Dubai, junto a un número de líderes de defensa y los funcionarios de los países aliados, fueron testigos hoy la conclusión de que el Thunder Ejercicio del Norte, que comenzó el 14 de febrero, cerca de king Khaled Military City en el noreste de Arabia Saudita. Las Fuerzas Armadas de los EAU participaron en el ejercicio, junto con otros 19 miembros de ejércitos hermanos y amigos de la coalición internacional contra el terrorismo, como parte de los esfuerzos de la sabia dirección s para construir puentes de comunicación, el intercambio de experiencias y habilidades militares. El ejercicio está representada disciplinas militares de artillería, tanques, infantería, sistemas de defensa aérea, buques de guerra, y las fuerzas navales, con la participación de cerca de 350.000 tropas de tierra. Shaikh Mohammed alabó la experiencia de los soldados que participaron en los ejercicios aéreos, terrestres y marítimas, diciendo: Este grupo de nuestras fuerzas armadas disfrutar de las ventajas de combate y habilidades militares, y la moral es muy alta. Ellos son la vanguardia frente a los problemas, no importa lo difícil, que han aumentado la amenaza a la paz y la seguridad regional e internacional. Shaikh Mohammed, expresó su confianza en las capacidades, el valor de los oficiales y soldados de las fuerzas armadas de los EAU, y alabó sus habilidades de combate junto con los de sus hermanos y colegas en los ejércitos participantes para lograr la superioridad militar en el campo. Él se encendió decir, una victoria no es suficiente para derrotar y erradicar el terrorismo, ya que sería temporal, mientras que la superioridad dura para siempre y eso es lo que vamos a hacer como líderes en los EAU, para lograr la superioridad en muchos niveles y en todos campos de militar, de desarrollo, humanitarios, políticos y económicos. Mohammed bin Zayed llega a Arabia Saudita para el desfile militar del Norte trueno Su Alteza el Jeque Mohammed bin Zayed Al Nahyan, Príncipe Heredero de Abu Dhabi y Subcomandante Supremo de las Fuerzas Armadas de los EAU, ha llegado a Hafar Al Batin Ciudad, el este de Arabia Saudita, para asistir un desfile militar que se disputará mañana en los ejercicios militares del Norte trueno que concluyó hoy. Fue recibido en el King Saud base aérea en el sector oriental por el príncipe Mohammed bin Salman bin Abdulaziz Al Saud, Arabia Adjunto Príncipe, segundo viceprimer ministro y ministro de Defensa, una serie de altos funcionarios saudíes y EAU embajador en Arabia Saudita, Mohammed Saeed al Dhaheri. Forex Trading School, Análisis de Mercado Signals Sive Morten ha estado trabajando para un Banco Europeo desde abril de 2000. En la actualidad es un supervisor de la división de inversión de riesgo en su banco. Su educación de la divisa y la experiencia es realmente enorme. 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